martes, 7 de julio de 2015

Y no te olvides de ser feliz...

... Abecedario de psicologia positiva.

Este es mi libro favorito de Christophe Andre. Y esto ya es mucho decir puesto que cada uno de ellos me parecen una obra de arte hecho libro. 
Su título es un recordatorio de lo que tan a menudo suele olvidarse. No es un libro de tres pasos para ser feliz, casualmente es un abecedario. Es un compañero al que se acude en los veranos e inviernos de la vida. Ya iré compartiendo más de el.
De los libros que forman su colección, es el más personal hasta ahora, pues en ningún otro habla tanto de el, es un libro sincero, sin pretenciones, así como podemos ser cuando se trata de la felicidad. 

Se acercan las vacaciones de verano, ¿por que no reflexionar e intentar esto?:

"Materialismo en psicologia: es el hecho de situar los valores materiales (poder, dinero, fama) por encima de los valores inmateriales (felicidad, amor, honradez). Creer que la adquisición de bienes y servicios es la mejor manera de ser feliz es evidentemente un error mayúsculo. En la carrera por la posesión y el exhibicionismo (ropa, coches, dispositivos, etc.) el materialismo empuja a lanzarse a una inútil carrera de lujos o de lo inútil, que aparta de lo que realmente podría crear la felicidad, pues todos los datos muestran asimismo que trabajar demasiado hace menos feliz. Sobre todo si se sacrifica tiempo con la familia, de amistad y de ocio para parecerse bienes materiales no indispensables. Esa intoxicación de compras inútiles e inútilmente renovadas (lo que se denomina la moda) es uno de los grandes peligros para la felicidad de los seres humanos contemporáneos. ¿Para curarse? ¡Comprar menos! ¿Para comprar menos? ¡Exponerse menos a las tentaciones! Sustituir los escaparates por paseos en la naturaleza, y el vagabundeo por los sitios de comercio electrónico, por la jardinería, la cocina, el deporta, la lectura, etcétera. Resultados garantizados en pocos meses aunque la compra y la acumulación han tomado una dimensión tal como fuentes de pequeñas alegrías en muchos de nosotros que su privación no es nada fácil, pero tampoco imposible. Sólo hay que cambiar la palabra servidumbre por abstinencia."



"Me gusta... Escuchar reírse juntas a mis hijas. Despertarme una mañana de verano y saber que no tengo nada urgente que hacer, sólo cosas importantes y lentas: comer, hablar, mirar,mandar, leer, echar la siesta. Observar a mis pacientes aliviados o curados, estar sólo y tranquilo durante varios días, sabiendo al mismo tiempo que todos aquellos a los que amo, lejos, están bien. Ver a los seres humanos ayudarse mutuamente, o reírse con ganas. Observar el amanecer, la puesta de sol, rebuscar la luna en el cielo, admirar las estrellas, olfatear el olor de la lluvia y el del buen tiempo. Saborear el frescor del valle y la belleza de la cumbre, disfrutar del esfuerzo del ascenso. Andar descalzo sobre la hierba húmeda. Sentirme todavía vivo. 

¿Y tu?..." 

Sería grato que así como Christophe señaláramos esas pequeñas felicidades que hacen de nuestros días algo consciente, sereno y enriquecedor.