sábado, 13 de diciembre de 2025

Generalidades del duelo

Se dice con frecuencia: el fin de algo es siempre el principio de otra cosa. Sí, pero el fin es el fin y eso duele, éstas son algunas de las características del proceso del duelo:
 
*El duelo es el proceso de adaptación ante una pérdida, y hay diferentes tipos de pérdidas. 
*Un duelo no se hace de todo lo que termina, solo de lo que es significativo para nosotros.
*El duele como es implícito de su nombre duele y nada ni nadie puede eliminar esa experiencia de dolor que se tiene que transitar.
*El duelo es una decisión, se puede reprimir o de puede negar pero a largo plazo es insostenible y ese malestar del duelo no elaborado se manifestará de una forma u otra.
*El tiempo no lo cura todo si no se trabaja interiormente. 
*En el duelo no hay etapas, es único e individual y aunque como seres humanos compartimos características ante el dolor, pensar en "etapas" que se continúan es demasiado simplista.
*Es importante respetar nuestras perdidas y no comparar nuestros dolores ni nuestros procesos.
*La tristeza no es la única emoción que acompaña el proceso, sino que, por lo general el enojo, el miedo y la culpa (entre muchas más) van de la mano.
*Llorar no es sinónimo de un duelo no elaborado así como no llorar tampoco lo es de que se ha integrado.

viernes, 12 de diciembre de 2025

Nuestros objetos amados

Un objeto no es solo un objeto, de alguna forma representa nuestra escencia como personas, nuestros gustos, nuestra preferencias, nuestras pasiones, son parte de nuestra identidad, recordatorios de nuestras experiencias. 
Te has preguntado qué objetos son tus preferidos? Los que hablan más acerca de tu personalidad? Cuáles son tus imprescindibles? Qué tipo de objetos son? Qué dice de tí?
En estos días a partir de un documental que ví ("Todas las habitaciones vacías") me he puesto a pensar sobre que en nuestros hogares habitan objetos que pueden tener gran carga sentimental como ser representaciones de nuestro paso por la tierra.
Cuando ubicas a un niño o niña con su peluche favorito, un amigo con el llavero que nunca suelta, un animalito de compañia con uno de esos juguetes que suenan al apachurrarse, tú mismo con los aretes que te regaló alguien especial. 
Son el vínculo con nuestra historia, con nuestro pasado y con las personas que amamos incluyendonos a nosotros mismos. 
Me he puesto a reflexionar sobre mis objetos, me gusta conservar algunos accesorios que hablan sobre cierta etapa de mi vida como un arete ( el par se me ha perdido) que mi mamá me compró, 2 libros que me regaló alguien a quien amé con toda mi alma junto con una sudadera de pumas que es mi reliquia, también entre mis objetos favoritos los poemarios o algunos libros en especial como "el peligro de estar cuerda" firmado por mi amada Rosa Montero y por supuesto los primeros dibujos de mi hija y el diario que le he escrito desde hace un par de años donde escribo lo que vamos viviendo desde que nació.
Qué objetos valoras más? Cuáles de ellos te recuerdan a personas o a los momentos más especiales de tu vida?

sábado, 6 de diciembre de 2025

Vivir con nuestros muertos

 "Vivir con nuestros muertos" de Delphine Horvilleur, uff, qué libro, el único libro que me ha hecho llorar este año, con la historia de "Ariane", tardé en volver de ella, aunque todas son muy conmovedoras y es que ella es una rabina, escritora y filósofa que oficia ceremonias funerarias donde se despiden a las personas que han fallecido y se encarga de recopilar datos e información sobre su vida para esos momentos en que como ella menciona refleja a los familiares y amigos de algún modo cómo ha sido la vida y la persona que partió. 


Como digo es profundo y conmovedor, cada capítulo trata sobre la ceremonia de las personas a las que ha acompañado en su último adiós retratando el impacto humano que se tiene frente a la muerte de alguien cercano, la forma en que cada familia atraviesa esos momentos tormentosos del dolor y el shock. ¿Qué se le puede decir a una persona que acaba de perder a un ser querido y tiene destrozado el corazón?

Al leer puedo darme cuenta de que Delphine es una mujer muy valiente, inteligente y especial que utiliza el humor de manera constante en el libro y al redactar también plasma partes de su propia vida y sus pensamientos y creencias sobre la vida y la muerte.

Hay un chiste que te mueve porque es muy crudo: "Estos son dos supervivientes de los campos que están haciendo humor negro sobre el Holocausto. Dios, que pasaba por allí, los interrumpe: -Pero ¿cómo os atrevéis a bromear con tamaña catástrofe?-, y los supervivientes le dicen: ¡Tú qué vas a saber, si no estabas allí!". Reflejando el toque confrontativo con Dios respecto a las experiencias sumamente dolorosas que como humanos no comprendemos y hubiéramos querido que como ser supremo diera un gran estate quieto a la gente malvada para poner orden, un ¡ya basta! 

Es un libro maravilloso, Delphine logra captar la esencia de las personas que acompaña y hacer de esta manera un homenaje a su vida por medio del lenguaje escrito.  

"Me he dicho muchas veces que tanto para mí como para mis seres queridos deseo que el día de nuestro entierro nuestras vidas puedan ser evocadas desde una perspectiva distinta de la tragedia, que se nos brinde la posibilidad de ser rememorados mediante otros léxicos y otros registros, que nuestras vidas puedan verse como un thriller, una serie romántica, una leyenda mitológica o incluso una comedia popular. lo que sea con tal de que en nuestro entierro se nos permita no ser reducidos a nuestras muertes y transmitir cuán vivos estuvimos en vida".

"Muchas veces he tenido ganas de llorar con ellos, de desmoronarme a su lado, de sollozar a su ritmo. Pero siempre he sabido que debía vetármelo.

Sabía que mi papel me protegía un poco y me obligaba a mucho. Que podía cubrirme con él para mantener a raya el torrente de emociones que arrasaba con todo a su paso pero que a mí, en mi papel de acompañante, me brindaba el privilegio de un refugio flotante al que podía agarrarme igual que a un salvavidas insumergible. 

También me parecía que debía mantener la emoción a distancia porque su efecto sobre los deudos podría ser devastador. El rabino o el oficiante no puede, ni debe, entrar en perfecta empatía con aquellos a los que está respaldando. Precisamente su deber consiste en no hacer suyo el dolor de las personas a las que acompaña, y en encarnar el pilar de una verticalidad que las ha abandonado".