domingo, 16 de noviembre de 2025

Libro favorito del año 2025

Cuando ví "La belleza de la ausencia" del español José Muñoz Albaladejo me llamó la atención que es un libro de tamaño pequeño y lo empecé a hojear, y bueno, ya no lo solté. Este ensayo es muchas cosas, reflexivo, poético, filosófico, elocuente, profundo, inspirador, introspectivo... precioso. 

Me gusta cuando dice que "lo opuesto de la ausencia no es la presencia, sino el olvido" y es que no hay nada más presente que la ausencia, las que llevamos con nosotros a donde vayamos. No solo nos conforma lo que está presente, lo que está siendo, sino sobre todo lo que fue y ya no es, pero al mismo tiempo, sigue siendo en lo más profundo de nosotros mismos, lo que amamos y ya no está, nos compone, se funde en nuestra esencia. 

Pienso en la ausencia como algo que ya no es un dolor agudo, algo que verdaderamente amamos en el pasado. Un vacío que queda luego de perder algo y haber transitado el camino del duelo, la ausencia son los vacíos que tiene nuestro corazón con los cuáles se ha aprendido a seguir y que de alguna manera siguen doliendo o incluso también nos siguen alegrando, como una forma de honrar nuestros momentos felices, el hecho de aprender a no sufrirlos, sino volverlos a disfrutar por medio de la evocación.

"Ya olvida", dice la gente, pero lo que sucede es que todo se archiva en nuestra memoria, pero se van difuminando muchas cosas hasta llegar a la nada, mientras que lo que ha tocado nuestro corazón, eso se queda en forma de ausencia. 

Me encantó este libro, por ello lo he elegido como mi favorito del año, la ausencia explorada a través de diversos temas divididos en capítulos como la existencia, la soledad, la escritura, la memoria, la belleza por su puesto. No subrayé, sino que pasé los párrafos para mí más llamativos en una libreta especial, he aquí solo algunos de ellos:

"La ausencia es el recuerdo inquebrantable de aquellos a quienes añoramos. La ausencia, en sus múltiples manifestaciones, es la fuerza que nos amordaza y aterroriza en los instantes de soledad. Y sentirse solo en alguno o varios momentos de nuestra vida resulta inevitable".

"Sentimos la ausencia de los otros a través del esfuerzo de la memoria por recordar las presencias que fueron y son todas esas ausencias las que nos dan forma, las que permiten construir nuestra propia identidad".

"Un recuerdo de un momento que, aunque no vaya a repetirse, te alegras de haber vivido. Y es que la ausencia es, también el recuerdo de una belleza anterior". 

"A veces siento que camino sin cesar hacia la ausencia que seré, que lucho contra el tiempo tratando en vano de hacerme vivo en él. Y a medida que van pasando los años y el pasado va quedando atrás, siento crecer en mí el sentimiento de ausencia..."

sábado, 1 de noviembre de 2025

La belleza de la ausencia

 Siempre he pensado que los libros te encuentran. Hace unos días en una librería me encontré con este libro, viéndolo desde la portada y el título del libro, ¡es que desde el mismo título!: "La belleza de la ausencia, asumir lo que no es", de Julieta París. Las palabras que utiliza, los colores, la imagen de la portada, todo, me parece precioso...

Y cuando lo abrí, desde la introducción, lo que dice la autora: "Todos echamos de menos a alguien. O algo. Incluso puede que nos hayamos echado de menos a nosotros mismos. La vida está llena de ausencias, que, a su vez son el espacio para nuevas presencias que nos acechan al otro lado de la puerta.


Lo que no es, es en algún lugar. Lo que no está siendo en este mismo instante en nuestras vidas, hace sitio a lo que sí está siendo. Los que hemos perdido a alguien (que somos prácticamente todos) sabemos bien que ciertas ausencias ocupan más espacio que algunas presencias, y que el eco del silencio puede en ocasiones sonar atronador..."

Qué manera de empezar. ¿Hay belleza en la ausencia? ¿Asumir lo que no es? (cambiándolo por el típico aceptar, asumir me parece más profundo). Al parecer es un libro que no voy a soltar y que disfrutaré y reflexionaré hasta el cansancio. 

domingo, 26 de octubre de 2025

Sobre la frase "éramos felices y no lo sabíamos..."

Sobre la frase "éramos felices y no lo sabíamos" que se popularizó en la pandemia y siendo usada comúnmente para referirse a días/momentos/condiciones de vida que pasan y de las cuáles siguiendo la lógica de la frase no nos damos cuenta. 

Difiero con la frase y no suelo utilizarla, no me gusta, creo que ser consciente es poco común actualmente, nuestra mente suele estar tan dispersa y en varias cosas a la vez que se suele ir la vida sin apreciar o valorar los momentos felices. No creo que haya una vida por completo felíz (ni siquiera las de instagram), pero en toda vida hay momentos felices, me recuerdo cuando era niña, una tarde viendo llover desde la tienda de mi papá, el correr el agua por la calle, supe que estaba siendo felíz en ese preciso instante, o hace años al caminar por la ciudad de México, sabía que estaba felíz incluso por la noche en el cuarto de hotel con mis audífonos escuchaba y bailaba "japi", de Sasha, Beny y Erick, ayer mismo en el festejo del cumpleaños 90 de mi abuelita, verla a ella y a la familia contenta, me dije en la noche "este ha sido un día muy felíz".  

Para vivir los momentos felices hay que darnos cuenta, estar presentes en nuestra vida, puede ser difícil apreciar estos momentos si traemos el celular todo el tiempo en nuestra vista por ejemplo o si al estar refunfuñando por algo se nos pasan detalles valiosos, los dias felices se  mezclan con los turbulentos, incluso no duran, son como agua entre las manos, pero queda la presencia, el saber que los viviste y que realmente los disfrutaste estando presente con tu cuerpo, tu alma y tu mente, además nos queda la memoria para de esta manera, volverlos a vivir.






domingo, 19 de octubre de 2025

Sobre el miedo a la mastografia

Hace un par de días que me hice la mastografia, estudio que detecta anomalías o enfermedades en los pechos. Sé que es un estudio que por algunas razones las mujeres aplazan. Algunas de esas razones son el miedo que les ocasiona pensar en él, tanto el dolor físico y el temor a que aparezca algo sospechoso, específicamente cáncer, los otros motivos son la cuestión económica o el temor a la radiación. 
El primero, el dolor físico, puedo decir que las mujeres de alguna forma estamos acostumbradas al dolor (desde la menstruación cada mes), recuerdo que cuando tuve a mi hija la primera semana no sabía qué me dolía más, si la herida de la cesárea, los pechos o la espalda por la epidural. Puedo constatar que en comparación con todo lo que pasamos, la molestia de la mastografia no es nada, es mínima y es una molestia que representa que te estás cuidando, que te quieres, que te valoras y que estas al pendiente de tí misma. 
El segundo, el temor a que salga algo sospechoso. El miedo puede ser tan incapacitante que consiente o inconscientemente se deja para después, pero la valentía es la que te impulsa a ir a pesar del miedo, muchas cosas en la vida son a pensar de, ir y revisarte, enfrentar ese miedo, hacerlo por nosotras mismas y por nuestros seres queridos. Cuando se tiene un miedo incapacitante acudir a terapia, lo que sea necesario para buscar nuestro bienestar físico y emocional y que no sea un impedimento. 
Las otras causas son las económicas y el temor a la radiación. Los expertos indican que la exposición a la radiación durante el estudio es mínima, (incluso en la vida diaria estamos expuestos a aparatos que no son inocuos tipo el celular). Respecto a lo económico, pongámonos como prioridad, hace poco mientras esperaba en un lugar platicaba con una señora que me contaba que cada año aprovechaba los descuentos de octubre para revisarse y hacerse la mastografia, hay lugares también que en este mes las realizan gratuitamente, el punto es encontrar en dónde tú te sientes más cómoda, que con quienes vayas sean técnicos radiólogos con estudios o especialidad en mamas y que también tengan la empatía y la humanidad necesarias para guiarte. 

sábado, 4 de octubre de 2025

Despertar del duelo

He visto una película que me ha gustado mucho (está en Netflix) con escenas que son tan descriptivas del dolor de perder a alguien "Despertar del duelo". Trata de una pareja de hombres casados, Marc y Oliver que hacen una fiesta navideña y esa misma noche Oliver sufre un accidente y muere de manera inesperada. 

Hay escenas increíbles, como la de Marc despertando en su cama y ver el lado de su esposo vacío, en un mundo irreal, funcionando casi en automático. El rostro, los gestos de Marc me parecen realmente el que refleja una persona que está sufriendo una pérdida, son gestos de nada y de todo a la vez.

Mi escena favorita es cuando llega a Paris con sus dos mejores amigos y suena una canción de Billy Idol, "Eyes without a face", me parece que, si hubiera un "soundtrack de duelo", ésta sería incluida, por la melodía. Las calles espectaculares de Paris y él sólo está pero a la vez no está, son esas sensaciones que provoca la bruma del dolor, cuando ves un paisaje y no lo ves, estás presente en cuerpo pero estás ausente a la vez porque sientes tanto al mismo tiempo. 

Otra de las grandes escenas es cuando Marc va a visitar un museo que alberga unas pinturas de Monet y su acompañante le platica que el pintor perdió dos esposas, un hijo y estaba perdiendo la vista cuando pintó los lirios de agua, en unas líneas increíbles le dice mirando las pinturas "Ésta es una casa llena de pérdidas... ésta es la forma en la que alguien eligió recordar lo que más amaba". Un diálogo increíble de verdad, donde le dice que él puede hacer algo que sea suyo que le ayude a elaborar su pérdida. 

Y la última escena que me encantó es cuando está frente a su asesora de finanzas y ella le cuenta sobre la pérdida de su esposa, que ella evitó el dolor estudiando, comprando cosas y le dice "Resulta que el evadir la tristeza también es evadir el amor", "Esa retrospectiva es una molestia que siempre vas a confundir con una indigestión"... 

sábado, 27 de septiembre de 2025

Ser amables con nosotros mismos

Ser amables con los demás desde pequeños nos lo van enseñando, a saludar, a respetar, ser buenos y cordiales con las personas que nos rodean va siendo algo parte de nuestros valores y andar cotidiano y el hacer lo mismo con nuestra propia persona parece algo obvio pero casi nadie lo es. Por lo general pasamos por encima de nuestras necesidades, nos malpasamos, comemos chucherías, somos sedentarios y a veces nadie nos trata tan mal como nos tratamos nosotros mismos diciéndonos cosas que quizás al otro jamás se le hubieran ocurrido, como chistes crueles sobre nuestra apariencia o regaños o críticas constantes. Somos exigentes más que como lo haríamos con los que nos rodean.

Ser buenos con nuestra persona es algo que por lo general no se enseña, tratarnos con amabilidad a veces se mal interpreta como ser egoístas o incluso el extremo narcicismo. 

El practicar la amabilidad con nosotros implica ser conscientes de que nosotros también importamos y que el tratarnos como alguien a quien queremos es una práctica sana que conlleva múltiples beneficios como el alejarte de actividades nocivas, no le darías alcohol en exceso a alguien a quien amas, o no le darías un cigarro, no le dirías palabras groseras ni dejarías que pase hambre o sueño. 

Es decir, el ser amable con nosotros es una práctica de amor, ser amorosos empezando por mí. Las prácticas son tan "sencillas" que es contradictorio el hecho de que ser observen poco comunes, como tener el hábito de comer siempre a la misma hora para no dañar nuestro estómago, dormir lo suficiente, alimentarse nutritivamente, realizar algún tipo de actividad física de manera regular, terminar nuestro tratamiento médico si estamos enfermos, evitar actividades que me hacen mal, que me ocasionan algún tipo de daño: físico, emocional, psicológico, social, evitar agredirme con palabras, o acciones, etc. 

Y es poco común porque estamos acostumbrados a no vernos, a no mirarnos a nosotros, a evitarnos, pero podemos comenzar a reflexionar sobre qué hago de manera cotidiana que implique un daño a mi persona, pensar en mí y en cómo es el trato que me doy. No hay esfuerzo pequeño si quiero ser más amable y amoroso conmigo mismo. 

viernes, 6 de junio de 2025

Pautas saludables para el uso del teléfono celular

1. Sé consciente de cuándo y por qué lo usas. Ya es tan común usar el teléfono, abrir páginas que incluso en reuniones sociales he observado que, aunque no suene el celular abren y reabren Instagram, Facebook, WhatsApp, etc. Sin nada en particular, solo mente dispersa y aburrida.

2.  2. Limita el tiempo de uso. Ya sé que a veces tenemos que redactar un archivo, enviar correos, pero y ¿cuándo no? Checar el gadget de tiempo de uso, que no se nos pasen los días frente a la pantalla, hay tantas actividades divertidas y enriquecedoras que no requieren el uso del teléfono.

3.   3. No duermas con el celular cerca. No es un peluche, emite radiación, entre más lejos, mejor. Además de los efectos conocidos sobre su uso en horas nocturnas que impide el buen descanso y la producción de melatonina que es la hormona que induce el sueño.

4.    4. Sé respetuoso con quien tienes enfrente: Y es que la otra persona puede estar hablándote sin ser escuchado o atendido, no es respetuoso ni amable estar contestando mensajes o viendo redes mientras te están hablando, esto aplica también mientras comemos.

5.  5. Calidad de contenido. Evita contenido basura, busca cosas interesantes, algo que te aporte, incluso podcast que hablen de cosas que te pueden servir, evita también personas que hablen mal o critiquen a otros, la negatividad es contagiosa y no necesitamos más mala vibra en el mundo.

6.  6. Usa reglas ortográficas. ¿Importa escribir bien? Sí.

7. 7. Limita los juegos. videojuegos pueden convertirse en una adicción, además de que los videojuegos violentos a largo plazo pueden generar síndrome de estrés postraumático.

8. 8. Lee lo que escribes y sé amable. Que no por estar atrás de una pantalla se pierda la humanidad, cuando escribas a otra persona hazlo con todo amable, no uses palabras altisonantes o violentas, no te conviertas en un hater, aplica la empatía, ¿cómo te sentirías si ese comentario fuera para ti? Si no te cae bien la persona no veas su contenido.  

9.  9. No permitas su uso en niños menores de 12 años. Es muy triste ver bebés (sí, bebés de meses cuando una sonaja bastaría para jugar con él -sonido, movimiento, color-) y niños absortos en el teléfono celular, no es recomendable su uso antes de los 12 años (producen cambios cerebrales, emocionales, comportamentales, de atención, desgasta su visión, etc.), y a partir de esa edad también es importante limitar el tiempo y estar pendiente de los contenidos y páginas que visitan, establecer restricciones.