Cuando ví "La belleza de la ausencia" del español José Muñoz Albaladejo me llamó la atención que es un libro de tamaño pequeño y lo empecé a hojear, y bueno, ya no lo solté. Este ensayo es muchas cosas, reflexivo, poético, filosófico, elocuente, profundo, inspirador, introspectivo... precioso.
Me gusta cuando dice que "lo opuesto de la ausencia no es la presencia, sino el olvido" y es que no hay nada más presente que la ausencia, las que llevamos con nosotros a donde vayamos. No solo nos conforma lo que está presente, lo que está siendo, sino sobre todo lo que fue y ya no es, pero al mismo tiempo, sigue siendo en lo más profundo de nosotros mismos, lo que amamos y ya no está, nos compone, se funde en nuestra esencia.
Pienso en la ausencia como algo que ya no es un dolor agudo, algo que verdaderamente amamos en el pasado. Un vacío que queda luego de perder algo y haber transitado el camino del duelo, la ausencia son los vacíos que tiene nuestro corazón con los cuáles se ha aprendido a seguir y que de alguna manera siguen doliendo o incluso también nos siguen alegrando, como una forma de honrar nuestros momentos felices, el hecho de aprender a no sufrirlos, sino volverlos a disfrutar por medio de la evocación.
"Ya olvida", dice la gente, pero lo que sucede es que todo se archiva en nuestra memoria, pero se van difuminando muchas cosas hasta llegar a la nada, mientras que lo que ha tocado nuestro corazón, eso se queda en forma de ausencia.
Me encantó este libro, por ello lo he elegido como mi favorito del año, la ausencia explorada a través de diversos temas divididos en capítulos como la existencia, la soledad, la escritura, la memoria, la belleza por su puesto. No subrayé, sino que pasé los párrafos para mí más llamativos en una libreta especial, he aquí solo algunos de ellos:
"La ausencia es el recuerdo inquebrantable de aquellos a quienes añoramos. La ausencia, en sus múltiples manifestaciones, es la fuerza que nos amordaza y aterroriza en los instantes de soledad. Y sentirse solo en alguno o varios momentos de nuestra vida resulta inevitable".
"Sentimos la ausencia de los otros a través del esfuerzo de la memoria por recordar las presencias que fueron y son todas esas ausencias las que nos dan forma, las que permiten construir nuestra propia identidad".
"Un recuerdo de un momento que, aunque no vaya a repetirse, te alegras de haber vivido. Y es que la ausencia es, también el recuerdo de una belleza anterior".
"A veces siento que camino sin cesar hacia la ausencia que seré, que lucho contra el tiempo tratando en vano de hacerme vivo en él. Y a medida que van pasando los años y el pasado va quedando atrás, siento crecer en mí el sentimiento de ausencia..."
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