Dicen los estudios que los gatos y los perros son fuentes de felicidad para sus propietarios. Pueden, pues, ser virtuosos de la felicidad, cada uno a su estilo. Se admira con más facilidad a los gatos, que nos impresionan con sus largas y lánguidas siestas, que les ocupan entre 15 y 18 horas diarias, adoptando posturas de gran relajación. Los perros tal vez sean incluso más felices: su afecto incondicional por sus amor es, ciertamente, como el amor incondicional para el animal humano, un potente factor de bienestar para ellos. ¡Que sus lecciones nos iluminen! ¡Seamos con los seres humanos unas veces gatos y otras perros! A veces, en la distancia amable y tal vez en el don incondicional de nosotros mismos. Según las personas, los momentos, nuestro humor, las necesidades de nuestros seres queridos...
- "Gatos y perros" extraído de: "Y no te olvides de ser feliz, abecedario de psicología positiva". Christophe André.
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