viernes, 3 de febrero de 2017

¿Cómo aprender a discutir con la pareja?

Discusión puede definirse como un intercambio de opiniones e ideas entre dos o más personas cuyas visiones o puntos de vista son diversos. Discutir no es lo mismo que pelear. Una pelea nos remite a la idea de luchar contra algo o alguien. 

En una pareja, como en todas las demás relaciones humanas surgen diferencias o desacuerdos que no tienen que significar un pleito, violencia, incluso en una separación.

Para aprender a discutir como todo, requiere de práctica y sobre todo preguntarse ¿quiero arreglar la situación o sólo quiero pelear? A continuación, escribo algunas sugerencias para lograr adquirir esta habilidad:

1. Enfocarse en un problema a la vez. Generalmente cuando se discute con la pareja puede llegar un momento en el que se habla de otros temas u otros conflictos sobre todo que ya sucedieron pero que no se arreglaron, por lo que suelen salir a flote durante la discusión olvidándose de lo importante: centrarse en la situación que se está presentando.

2. Cuidar tono de voz y lenguaje corporal. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de nuestro lenguaje corporal, por ejemplo: si nuestra expresión facial es de disgusto, si levantamos mucho las manos en señal de queja, si alzamos la voz cuando hablamos, o si cruzamos los brazos o los pies en señal de cerrazón (ya no querer escuchar lo que el otro dice). Si durante la discusión notamos que nuestro enojo se incrementa, podemos previamente acordar un "tiempo fuera" para caminar un poco, respirar, y luego retomar la conversación.

3. Tener disposición para solucionar. Aunque se piense fuera de lo común, muchas parejas disfrutan peleando y no conciben otra manera más sana para comunicarse. Esto, que se hace costumbre va desgastando la relación, pues no están dispuestos a aportar soluciones. Una actitud a desarrollar es la empatía, que es ponernos en el lugar del otro ("ponte en mis zapatos") para tratar de comprender qué siente y las circunstancias por las que está pasando mi pareja para apoyarle mejor.

4. Ser claros y concretos. Es muy común retomar cosas del pasado (Te acuerdas de la vez que me hiciste tal...), perderse en los detalles (tú dijiste hace meses que...) Y salirse del tema, por lo que para adquirir la habilidad de discutir productivamente es básico ser concretos con lo que me molesta, decir cómo me siento y qué espero de la otra persona.

5. Saber escuchar: Es una habilidad olvidada, pues por lo general nos enfocamos en hablar de lo que queremos y sólo escuchar nuestras ideas o nuestros propios pensamientos, dejar hablar al otro también requiere de esfuerzo para tener una conversación fluida: mientras yo hablo, el otro escucha y mientras el otro habla yo escucho mientras lo observo a la cara, con el oído, y la mente dispuestos, esto no significa que tengo que estar de acuerdo en todo lo que diga el otro, sino respetando su manera de pensar.

6. Llegar a un acuerdo. Una discusión tiene como principal objetivo llegar a un acuerdo, que es cuando los dos están conformes con la solución que se le dará al problema o situación por lo que se está pasando. Recordemos que esto es una cuestión de práctica, pero también de madurez en la pareja el poder llegar a una verdadera reflexión: ¿Qué vamos a hacer? (juntos), aportando ideas y soluciones.

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