sábado, 18 de marzo de 2017

Cómo enfocar nuestra mente en los buenos momentos



Algunas veces, los seres humanos solemos tener ciertas características masoquistas, como si de pronto nos enfocáramos en ver lo que no está bien en nuestra vida, lo que no nos gusta, lo que no nos sale bien, en las críticas y en los momentos desagradables, y así, vamos haciendo una especie de colección de momentos desastrosos y vamos coloreando de esa manera nuestros días, nuestros años y en general nuestra vida. Si hiciéramos una encuesta entre la gente que conocemos y agregáramos gente que no conocemos y les preguntáramos si sus vidas son perfectas, si son sinceros con toda seguridad responderían que no, pues de lo que si podemos estar seguros es que en toda vida hay dificultades, problemas y sin sabores en más de una ocasión, no importa lo que se trate de ocultar o aparentar. Sin embargo, lo que caracteriza la percepción de la felicidad es que, así como hay momentos malos, hay momentos buenos. 

 Resultado de imagen para la felicidad es tan incierta que

La cuestión es ¿Realmente la aprovechamos?, ¿Sentimos esos momentos de alegría? ¿Los vivimos con tanta intensidad como vivimos los malos? ¿Recordamos un cumplido de la manera obsesiva como recordamos una crítica? Hay momentos desagradables sí, pero también existe su contrario, en toda vida hay alegrías y cosas que podemos aprovechar, vivir, disfrutar, sin embargo, también es cierto que el cerebro tiene sus costumbres y una de ellas si no lo modificamos es ver el lado más oscuro, el más catastrófico, el más desesperanzador. De ésta manera, propongo el siguiente ejercicio de psicología positiva:

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Comienza un diario, en una libretita que a tí te guste, fórrala con motivos personales, pueden ser fotos tuyas, estampas, colores favoritos, etc. Tiene que ser única y personalizada. Escribe solamente los buenos momentos, enfócate en lo bueno que tiene tu vida y plásmalo, descríbelo, dibújalo, exprésalo con palabras, fotos, frases que hayas leído y que te motiven, que te gusten y con las que te identifiques, de tal manera que ésta sea la más clara evidencia de que en tu vida existen cosas buenas, quizás más de las que tú mismo hayas querido aceptar, tu mente comenzará a enfocarse en cosas positivas y agradables, en esas pequeñas y grandes alegrías que toda vida tiene para ofrecer.

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