De entre todas las causas relacionadas con el sentimiento de insatisfacción por la vida, se describirán los siguientes cuatro, dado que es tan común el que la gente llegue a familiarizarse tanto con ellos que muchas veces y sin darse cuenta generan hábitos tan arraigados que hace falta mucho esfuerzo y voluntad para pensar y actuar de manera distinta. Los siguiente son algunos de los ingredientes (que en poca o mucha cantidad) que forman la receta de la infelicidad:
1. Culpabilizar a otros: Culpar a otros por nuestras "desgracias" tiene que ver con negar la responsabilidad que tengo en mis actos y en mis decisiones. Además de experimentar una gran frustración, posiblemente también se guardarán algunos rencores que tanto daño hacen a la salud física y emocional.
2. Victimizarse: En más de alguna ocasión quizás hemos conocido a una persona (o nosotros mismos) que experimente una sensación continua de ser víctima de las circunstancias, como en una especie de trama telenovelesco, generando infelicidad con cada "pobre de mi", ésta costumbre de autocompadecerse también trae algunas ganancias secundarias generando lástimas o inclusive algunas ayudas externas.
3. Quejarse: A todos, sin excepción, nos ocurren sucesos imprevistos o desagradables y claro, alguna veces efectivamente nos quejamos amargamente de la vida o de las circunstancias, la cuestión es que, entre más nos de por quejarnos, peor nos va puesto que no aceptamos las cosas como son, no dejamos que "cicatricen" las heridas, fastidiamos a los demás con tanta queja y además, sufrimos por partida doble.
4. Fijarse sólo en lo negativo: Ésta forma de pensamiento nos lleva a interpretar que existen pocas cosas disfrutables en nuestra vida y a generar una mentalidad de escasez que se acostumbre a ver sólo lo malo en lugar de ampliar el panorama.
Para dejar de usar ésta receta de infelicidad, es indispensable en primer lugar, darse cuenta, ser conscientes de que lo estamos haciendo, en ese preciso momento, nosotros tenemos el timón en el barco de nuestra vida y podemos llevarnos hacia la queja, la victimización o hacia un camino en el que modifiquemos día a día y paso a paso éstos hábitos, comenzar a cambiar nuestro lenguaje, las palabras que utilizamos y a enfocar nuestra mente en las oportunidades y también en la aceptación de las cosas que nos duelen para buscar soluciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario