"Una vez a la semana me las encuentro en una calle en cuesta. Me las llevo a casa y las miro vivir. Aparentemente son flores. Aparentemente. Las cosas nunca son sólo cosas. Estas por ejemplo, unos tulipanes, hacen que en la casa resuene una nota alegre, fraterna. Los libros que no puedo resistirme a abrir son menos generosos. Los libros no saben, como los tulipanes, morir y nacer de nuevo y finalmente morir sin más. Lo que ayuda, es lo pasajero. Lo que aspira a lo eterno no resulta de ningún consuelo".
lunes, 28 de marzo de 2016
Autorretrato con radiador
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