Lo único que es certero en esta vida es el cambio, cambiamos nosotros mismos, cambia los demás, cambian las circunstancias, cambia todo y todo se modifica de manera constante, de ahí las crisis que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Crisis existenciales, familiares, laborales, económicas, etc.
"Crecer en las crisis, como recuperar el equilibrio perdido" de Alejandro Rocamora nos habla precisamente de ello y lo cierto es que todos hemos pasado por alguna en determinado momento de nuestra vida pues como ha escrito el autor "toda crisis supone un cambio y todo cambio supone una crisis". Algunos habrán de tomar las crisis como un 'reajuste' y verdaderamente uno comprende a lo largo de los años que crisis o reajuste supone una adaptación. Quien no se adapta a un cambio hace berrinches a la vida y se sufre extra. Si encontramos en nuestra vida algo que no es del todo satisfactorio ha sea una relación, un trabajo, etc. Debemos analizar si podremos estar mejor realizando cambios, ya sea cambio en nuestra actitud o cambios externos que representen mejoras que aporten bienestar.
Las crisis no tienen que ser negativas, podemos salir fortalecidos de ellas, incluso habiendo sufrido, admirar y disfrutar más de la existencia.
"Una persona que ha padecido tiene más posibilidades (si ha sabido metabolizar bien su propia crisis) de ayudar a sus semejantes. Por este motivo siempre 'la experiencia de sufrir', no simplemente de vivir, es un grado. Como expone Jung: " Solo el doctor herido, sea médico o sacerdote, puede curar"."La salud mental y la locura son los extremos de un continuo que va entretejiendo la existencia humana. Nunca se está totalmente sano. Sentimos angustia, depresion, ansiedad, pero a pesar de todo seguimos anclados a la realidad y, en mayor o menor medida, somos sujetos de nuestros actos y artífices de lo que hacemos y de lo que no hacemos".
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